De entre cinco mil, estaba yo
una mas de todas tus conquistas
Dicen que uno da lo que tiene en el corazón,
pues.. ¡que miserable eres!
¿Por qué hablar siempre de lo mismo?
¿Por qué escribir siempre de desamor?
Pues, porque es lo que tengo en el corazón
Es lo que he vivido y no deja de pasar.
¡Culpa mía!
Recoger lo que no sirve
Conformarme con tan poco
Creer en la esperanza de algo humano en tanta vanidad
Volví a probar el pan mohoso que se había caído al suelo,
volví pero no me arrepiento.
Si escuchara la sabiduría fraterna de no caer en lo mismo
Pero el ego es grande y el corazón terco.
Teniendo al sabio como testigo del placer
y ahora testigo del dolor
que vea lo que soy, una maraña de nervios cuando lo veo.
Que necedad la mía de visulizar tu imagen,
que impaciencia por ver tu nombre.
Tonta mi razón y el necio que la siguió
Vuelvo a reafirmar lo que mi instinto señalaba
Después de todo no estoy tan perdido
Tal vez mi verdadero problema es mi fatuidad
mi deseo de algo que me llene
Tal vez el del problema soy yo y no mis ex-amores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario